domingo, 1 de febrero de 2009

Esta es una de las pocas canciones que me hace llorar...

Hola...
Bueno el título lo dice todo ajaja, esta canción la encuentro tan triste pero a la vez tan bella su letra es súper fuerte pero está tocado con una delicadeza... bueno me provoca muchas sensaciones y bueno lo dejo a su juicio... les gusta o no?
El es Ismael serrano aquí les dejo una breve biografía:
Ismael Serrano nació en Madrid el 9 de marzo de 1974. Estudió Física en la Universidad Complutense de Madrid y en esta época empezó a tocar en los locales madrileños del circuito de la canción de autor, como el Libertad o Galileo, dándose a conocer hasta el punto de que la coexistencia entre ciencia y música se hizo incompatible y dejó sin concluir una carrera universitaria que le estaba comenzando a desencantar.

DISCOGRAFIA:
Atrapados en azul (1997)
La memoria de los peces (1998)
Los paraísos desiertos (2000)
La traición de Wendy (2002)
Principio de incertidumbre (2003)
Naves ardiendo más allá de Orión (2005)
El viaje de Rosetta (2006)
Sueños de un hombre despierto (2007)
Un lugar soñado (2008)

ALGUNOS TEMAS INEDITOS:
Cita a las siete en Moncloa
Con una pena de muerte
Cuatro estaciones
La ciudad parece un mundo (primera versión)
La tormenta
Los torpes
Mañana quizás sea tarde
Por qué no te quedas en casa
Por ti

Bueno espero que les guste y COMPREN el CD de Ismael... saludos.

3 comentarios:

Paola Salvador dijo...

Hola:
la verdad nunca habia escuchado de el XD
bueno espero q estes bn y la pases bn en las pocas vacaciones que qedan ¬¬
saludos!!!

claroscuro dijo...

Amada Li: es interesante la re-invención que hace Miguel Serrano del clásico cuento de Caperucita roja. Pero haz de saber, que todos los cuentos tienen una interpretación, incluso, cada persona hace distintas lecturas de una misma historia.
Dicho de otro modo, cada uno de nosotros, ve(lee) en cada historia, lo que quiere ver(leer).
Los cuentos "infantiles", usan metáforas y simbolos... Es bueno darse cuenta en qué rol nos ponemos al leer o escuchar un relato.
Todos algunas vez fuimos caperucita o caperuzos, pero también alguna vez fuimos el lobo.
Lee este texto de Santi Armengol.

"De entre las metáforas complejas empleadas habitualmente, podemos destacar los cuentos y más concretamente los cuentos tradicionales como: Blancanieves y los Siete Enanitos, La Cenicienta o El Sastrecillo Valiente.

Otro de los cuentos más conocidos, sino el que más, es el de Caperucita Roja.

En éste nos detendremos con mayor esmero, y nos servirá para evaluar la enorme relación entre los cuentos mismos y su interpretación, y la interpretación que damos a nuestras propias vidas.

Es bien cierto que al intentar diseccionar un cuento e intentar desentrañar los simbolismos y mensajes ocultos que encierra se corre el riesgo de acabar con el cuento mismo. Es lo mismo que explicar un chiste: se acaba con la gracia misma que este pudiera tener.

No seremos en este artículo tan exhaustivos como para acabar con el indudable encanto de este cuento sino que simplemente nos permitirá examinar como la interpretación misma que se hace de los cuentos entronca con la propia percepción que la persona que la hace tiene de la vida.

Básicamente existen dos posiciones ante la vida: una más optimista y expansiva y otra más pesimista y represiva.

Estas dos fuerzas conviven en cada uno de nosotros siempre en constante lucha.

La fuerza optimista, activa y expansiva nos invita a hacer cosas y a disfrutar de la vida afrontando sus riesgos y aceptando los retos que se nos presentan.

La fuerza pesimista, pasiva e introspectiva nos hace ser más reflexivos, evaluar los riesgos y calcular las consecuencias de un posible fracaso.

Es como la conocida metáfora de la botella que para el optimista está medio llena y para el pesimista medio vacía.

Las dos fuerzas están condenadas a convivir y en cualquier avance que la Humanidad realice o haya realizado a lo largo de su Historia.

No hace falta ahora relatar todo el cuento de Caperucita Roja. Es de sobra conocido por todos. Pasaremos directamente a analizarlo.

La madre de Caperucita envía su hija a una muerte casi segura al enviarla a través de un bosque lleno de peligros a llevar una cesta de comida a casa de su abuelita. ¿Qué madre dejaría que su hija atravesara un bosque lleno de peligros? ¿Y, además con una fiera suelta por los alrededores? La mama de Caperucita no cumple con su papel de madre y su falta de responsabilidad va a desencadenar los acontecimientos.

Caperucita se interna en el bosque y se encuentra con el lobo. Este, astuto y calculador, no ve solo la oportunidad de comerse a la niña sino que idea un plan para comerse también a la abuelita. No actúa por simple hambre sino que lo hace por avaricia. Este será su error.

El lobo representa el lado salvaje, la fuerza de los instintos y de la naturaleza, pero una faceta oculta, interesada y mezquina lo empujarán al abismo.

Caperucita es una niña obediente y al principio no se sale del camino marcado, pero a indicaciones del lobo se deja seducir por las maravillas que le ofrece la vida, la belleza del bosque y el placer de escuchar a los pajarillos.

Es el propio lobo el que despierta en ella su afán de conocer el mundo, de vivir nuevas experiencias, de descubrir otras sensaciones. La empuja a transgredir las reglas impuestas por su irresponsable y mala madre.

Ella sabe disfrutar de los placeres del bosque sin que por ello falte a su deber y cumpla con éxito su objetivo: llegar a casa de su abuelita con la cesta llena.

Es el amor la que la empuja a llegar hasta allí y a pesar de ser engañada por el lobo su bondad tiene su recompensa ya que un cazador, una fuerza anónima y bienhechora logra salvarlas y proporciona al lobo su castigo.

La interpretación tradicional de este cuento nos habla de los peligros que nos acechan en el bosque y de las imprevisibles consecuencias de salirse del camino marcado. Por supuesto la causante del drama (la madre) queda al margen, e incluso, en muchas versiones, ni siquiera aparece el cazador con lo que el cuento acaba irremisiblemente en tragedia.

Esta interpretación es el reflejo de una visión pesimista y temerosa del mundo, incita a desconfiar de los desconocidos y a pasar de largo de las oportunidades que nos brinda la vida para disfrutarla.

La interpretación optimista y expansiva del cuento nos invita precisamente a dejarnos tentar por el lobo, arriesgarnos más en nuestras vidas sin que ello nos desvíe de nuestro objetivo final, a abandonarse más en los demás y confiar en que siempre que haya peligro aparecerá, aunque sea en el último minuto, una cazador para salvarnos.

Las dos interpretaciones de este mismo cuento no pueden ser más dispares y a la vez más complementarias. De las dos tenemos mucho que aprender. Son dos facetas de una misma realidad. En saber equilibrar ambas tendencias se encuentra el secreto de nuestra propia felicidad."

La moraleja de esto, es que caperucita no siempre es la victima.
- Nadie nos va a comer, si no nos dejamos comer.
- A veces es bueno despertar al lobo que llevamos dentro, no para comernos a otro, sino para evitar ser comido por otros.
- Siempre es posible volar, a pesar de sentirnos perdidos en el bosque.
- La caperucita de miguel Serrano, no vuela porque no quiere, por que se dedica a llorar.
- Para volar, no hacen falta alas.
Así lo dice Silvio Rodriguez, y yo creo lo mismo...

"No hacen falta alas
para hacer un sueño.
Basta con las manos,
basta con el pecho,
basta con las piernas
y con el empeño.

No hacen falta alas
para ser más bellos.
Basta el buen sentido
del amor inmenso."

Chao...
Mi corazón, te abraza y te besa.

нαмℓєт dijo...

wow que post... creo que sentimos esa necesidad de escapar y vivir esos sueños que de alguna manera creemos se harán realidad, nunca está de más ver esta posibilidad hecha realidad en nuestros futuros hijos... sencillamente así es la vida, aunque tenemos la opción de elegir:)

un abrazo amiga !!